Hace un mes fue mi boda, en Toledo (España).
Le pedí a Jaz que me ayudara con el vestido.
Confío muchísimo en ella y más después de verla trabajar y comprobar que tiene, entre otras muchas cualidades, una gran empatía, de ahí su éxito.
Le dije, “no quiero el vestido típico que venden aquí porque no es mi estilo y en España no se lleva”, le enseñé algún ejemplo de lo que me imaginaba y siempre me orientó y aconsejó.
No fue dolorosa la espera. Me dijo desde el principio que iban a ser 2 pruebas antes de entregarme y así fue. Creo que fue en la tercera prueba en menos de semana y media que mi vestido estaba listo. No me dio tiempo a sufrir!
Mi preocupación era engordar o adelgazar llegado el día de la boda y que no pudiera arreglarlo, además los zapatos me los compré en España, así que Jaz tuvo que dejarme un largo en el vestido que permitiera varias alturas.
Otro problema era el de planchar el vestido. Desde el primer día que fui con Jaz me explicó que un vestido mal confeccionado es el que se arruga con mirarlo. La verdad es que llegué a España, colgué el vestido y tal cual me lo puse el día de mi boda. No me había dado tiempo a plancharlo con las prisas pero no hizo ninguna falta.
Estoy muy contenta con el resultado. Fui yo vestida de novia, no disfrazada de novia.
Gracias Jaz, además de amiga eres una profesional tremenda.
-Alejandra Prats Muñoz de Laborde
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